Los derechos de las personas con TEA y sus implicaciones en la práctica profesional

cabecera2015

Queremos compartir con vosotros este trabajo sobre los derechos de las personas con TEA y sus implicaciones en la práctica profesional publicado en octubre de 2014 por la Asociación Española de Profesionales del Autismo. Podéis descargarlo pinchando sobre el siguiente enlace:

“Los derechos de la personas con Trastorno del Espectro del Autismo y sus implicaciones para la práctica profesional”

Desde el Equipo de Ética de PAUTA entendemos que los derechos, que podemos llamar pre-legales, son la forma más efectiva de operativizar la DIGNIDAD de las personas. El mejor acuerdo que actualmente recoge estos derechos para las personas con discapacidad es la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad firmada en 2006 con el objetivo de “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”. Debería haber bastado con aplicar, a las personas con discapacidad, los que ya están proclamadas en la DECLARACIÓN DE DERECHOS HUMANOS UNIVERSAL, pero puesto que esto no sucede se desarrolló una declaración especifica.

En el documento se recogen de forma sintetizada los derechos establecidos en diferentes tratados como las citadas convenciones así como en otras declaraciones, como por ejemplo, la derechos del niño 1989. Se trata de ver qué quiere decir cada derecho, de qué forma suelen ser vulnerados y qué podemos hacer para promover estos derechos desde nuestra práctica profesional.

Como se recoge en el texto: «el enfoque de derechos remite a una concepción dinámica e integral de la intervención, que ha de ser planificada mediante la indagación en las capacidades y oportunidades de la persona, adaptándola a sus distintas fases de evolución, tránsito y aprendizaje a lo largo de la vida. El enfoque de derechos se convierte en un referente de gestión de la diversidad, cuyo objetivo central para el profesional ha de ser conseguir la normalización en el entorno. En nuestro contexto profesional, los derechos nos obligan a tener que planificar teniendo en cuenta qué condiciones requiere el entorno y qué medios se deben procurar para que este sea capaz de ofrecer todo tipo de oportunidades, y de manera especial oportunidades de relaciones para las personas. La aplicación de este enfoque basado en derechos y su vinculación con el proyecto vital de cada persona han de constituir, en nuestra opinión, una interesante aportación a la gestión de apoyos personalizados a personas con TEA».

Aprovechamos para dar la enhorabuena a todos los autores del documento y a AETAPI por este gran trabajo.